Para Bea y Uxía y a todas las mochileras y mochileros del CD Pinarium.
Va por ustedes.
Hoy a petición de los seguidores
del blog, comenzamos lo que pretende ser un coleccionable de herramientas
básicas del coach y en el que consideramos que el (la) propio lector/a es parte activa.
Para ello he utilizado la
metáfora de la mochila, tras una reflexión del rol que realizan las/los
mochileras/os, en la infinidad de modalidades de carreras deportivas “populares”
a las que acuden: carreras en ruta, carreras de montaña y otras modalidades
como duatlón, triatlón… que para la que escribe se convierten en una práctica
muy impactante y valorable.
En un primer momento, como
observadora ocasional de estas prácticas, no entendía muy bien ese fervor y
acompañamiento incondicional, de esas mujeres y cada vez más hombres que
acompañan a sus generalmente parejas (aunque no necesariamente) a dichos
eventos deportivos, en períodos de descanso que suelen coincidir con fines de
semana, después de un madrugón considerable y en circunstancias climatológicas
adversas (sobre todo en nuestra tierra gallega).
Más allá del vínculo emocional y el compartir un espacio
de tiempo con ese/ a atleta a la que acompañan, no entendía la razón de ser de
estas mujeres y hombres que además con anterioridad al inicio de la salida se
ven inundadas por montones de mochilas de corredores, que incluso algunas veces
son únicamente conocidos del club del que forma parte ese corredor/a al que
acompañan.
Cada uno encuentra el “darse
cuenta” en infinidad de momentos y yo me he reencontrado con la importancia del
rol de mochilero/a tras el bloqueo de una llave después de un entreno de
natación que me impidió, durante un tiempo, del disfrute de una merecida ducha
caliente, tras un trabajo físico que para mí había sido considerable y que
afecto a mi temperatura corporal y sin duda a mi humor. Para los/las
corredores/as las/los mochileras/os son lo que para mí, la LLAVE de mi taquilla,
que guarda los tesoros de mi mochila.
No obstante, las y los
mochileras/os son algo más que una llave y poseedoras/es accidentales de: llaves
de coches, carteras, glucosa, agua, toallas, ropas de recambio, sprais… son
escuchadoras/es, formuladoras/es de preguntas, motivadoras/es, colaboradores/as
de nuevos objetivos… son coaches deportivos espontáneos y espontáneas
en horarios intempestivos y poseedores/as durante un tiempo de herramientas
básicas, necesarias e imprescindibles para el/la deportista.
Este coleccionable pretende
recoger todo aquello necesario en una buena mochila para el coach y que repercutirá
en el buen hacer del proceso de coaching. No quiere terminar esta reflexión sin
reconocer el rol del (de la) mochilero/a y reivindicar este rol en otras
prácticas deportivas porque YO TAMBIÉN QUIERO QUE ME ACOMPAÑE UN MOCHILERA/O.
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